La academia de idiomas y la entidad de formación profesional para el empleo ya tienen todo dispuesto para continuar dando servicio a sus usuarios a través de este nuevo modelo formativo.
Los datos no engañan. En tiempos de crisis las personas confían en la formación como uno de los principales métodos para superar las dificultades. Tanto trabajadores como desempleados quieren reciclarse para ser más competitivos y encontrar salidas laborales ante las nuevas coyunturas económicas. Desde que comenzase el confinamiento, el Grupo Aspasia, integrado por el conjunto de empresas lideradas por Britannia, Adalid, Ibecon e Instituto Europa, ha visto como la demanda de formación se ha incrementado en más de un 50%.
“La proclamación del Estado de Alarma en marzo supuso un boom sin precedentes en la demanda de cursos online”, comenta el CEO de la entidad, Lorenzo Alonso Nistal. Estos datos también se pueden contrastar en herramientas como Google Trends. Esta y otras analíticas constatan el aumento exponencial de búsquedas de términos relacionados con la formación por parte de los usuarios de Internet.
Necesidad de reinventarse.
El COVID19 está provocando un gran cambio en muchos sectores. Las empresas se han de adaptar en tiempo récord a la nueva realidad. Las crisis suponen grandes retos pero también nuevas oportunidades. Así es como se enfoca esta situación en el Grupo Aspasia, no sólo a nivel nacional sino en aquellos otros países donde está presente como son Chile y Colombia. La entidad, referencia en formación profesional para el empleo, lleva trabajando duro desde los inicios de la pandemia para seguir prestando servicio a sus usuarios. Para ello ha realizado una fuerte inversión en medios, recursos y formación de todo su equipo docente. Cada día los más de 400 trabajadores que componen el grupo teletrabajan para satisfacer demandas formativas mediante soluciones pensadas a medida para cada persona u organización.
Es así como la entidad dirigida por Lorenzo Alonso Nistal ha sacado adelante su novedoso proyecto de aulas virtuales. Un modelo formativo que no es nuevo pero que se ha adaptado y reorientado para que todo el mundo pueda seguir formándose durante el tiempo que dure la ‘nueva normalidad’ con la idea de que estos formatos han venido para quedarse. Algunas de las principales ventajas de las aulas virtuales son las siguientes:
– La facilidad de participación. Está al alcance de cualquier persona que tenga acceso a un equipo informático y/o dispositivo móvil.
– Contacto directo con el docente, que está imparte la clase en tiempo real.
– Formación personalizada, con grupos de 15 personas como máximo.
– Calidad en el servicio, los docentes utilizan los recursos didácticos digitales más novedosos para que la experiencia del alumno sea la mejor posible.
– Seguimiento del aprendizaje individualizado con actividades individuales y grupales.
– Seguridad informática mediante conexiones cifradas.
– Cursos 100% subvencionados por los servicios públicos de empleo.
– Posibilidad de acceso para cualquier persona, sea cual sea su situación laboral: ocupados, desempleados, autónomos, personas en situación de ERTE.
– Amplio catálogo de cursos que dispone de formaciones para todos los sectores productivos.
En definitiva, con la apertura de sus aulas virtuales, Britannia y el Grupo Aspasia ponen a su disposición una oferta inmensa de cursos en todo el territorio nacional para que todo aquel que lo desee pueda formarse pese al confinamiento. Con esta iniciativa da una solución a la demanda formativa surgida a raíz de la crisis mediante un modelo ya probado que ofrece una calidad y experiencia óptimas en la formación.
Además, el Grupo Aspasia continuará ofreciendo formación en la modalidad online tradicional para que el abanico de posibilidades para los usuarios sea el más amplio posible.
“Nuestro objetivo es satisfacer las necesidades que nos están demandando los usuarios, generar oportunidades para que todo el mundo se pueda formar pese a la excepcionalidad de la situación y ayudar en la medida de lo posible a que todo el mundo pueda superar un poco mejor la crisis que nos sobreviene”, concluye Lorenzo Alonso Nistal.